domingo, 10 de mayo de 2009

Guatapé: el diamante de oriente

Foto tomada de ligaventura.com
Entre el esplendor verdoso del oriente antioqueño y tras la majestuosidad del gran Peñón de Guatapé, descansa la inmensidad hídrica de la represa que rodea la belleza cultural de un pueblo de vientos fríos ineluctables pero ambiente costeño. Un lugar donde el sol y la frescura se unen formando la mezcla perfecta para los amantes de paisajes exóticos y climas solidarios, perfecta para los que aman la tensa calma de las grandes extensiones de agua y el intenso olor a hierba de las montañas, ideal para los que atesoran recuerdos de los más bellos rincones del departamento y exquisito para los que se deleitan con el arte, la historia, la arquitectura y la adrenalina del deporte.

Guatapé, ubicado a sólo 77 km de Medellín, es un municipio antioqueño que conserva una invaluable historia que aún se respira en un pequeño pueblo entapizado en zócalos de figuras diversas cada vez más sofisticados y perfectos. Un complot entre el arte y el recuerdo llena las calles del viejo y el nuevo Guatapé con casas pequeñas de apariencia y sangre colonial cubiertas de sur a norte por la imagen de un velero, un cordero o un billar con todos sus jugadores; algunas, se deleitan con el espléndido retrato del gran Peñón que se divisa desde la tierra de los guatapenses y otras con la extravagancia de esos personajes enigmáticos que dignamente representan una porción de cultura de su pueblo.

Así, un paseo por el gran Malecón de Guatapé, es un placentero recorrido entre la inmensidad finita de las aguas de la represa y la tradición que se conserva desde las deliciosas truchas al ajillo de los restaurantes del corredor, hasta la belleza estructural del hospital, la iglesia, el banco, la calle de los enamorados, la calle del comercio y el monasterio. Un paisaje que penetra los sentidos y se respira en el viento frío que templa la epidermis y los rayos del sol que acompañan las tardes del barco cervecero que zarpa alegremente entre las aguas de la represa, pletórico de amantes del descanso y la exquisita diversión; o las descargas de adrenalina que se permiten a bordo de un jet-ski, de una bicicleta acuática o del gran Canopy que se despliega sobre una vista afrodisíaca del gran diamante de oriente.

Las tierras del cacique Guatape, se hacen pues merecedoras de los más exigentes turistas que en un viaje místico, histórico y adrenalínico; tendrán la oportunidad de visitar un lugar que vive por sus visitantes y se edifica cada día en un proceso constante de progreso y consolidación como gran destino turístico. Imposible, sería entonces, perderse de tanta belleza natural que empieza desde el recorrido que cruza la carretera del oriente antioqueño para encontrarse con municipios de inmensas bellezas hídricas, agrícolas, gastronómicas e históricas como La Ceja, Rionegro, San Antonio de Pereira y El Peñol; todos en un agradable viaje placentero desde el primero hasta el último kilómetro de recorrido.

En suma, un paseo para no perderse nunca, y que promete ser cada vez mejor de la mano de la seguridad y tranquilidad que allí se respira y se complementa con la hermosura visual. Guatapé sigue creciendo, y aún como diamante en bruto se posiciona como uno de los grandes destinos entre el olor a campo y el sabor a pueblo de las riquezas de nuestro oriente antioqueño.