"El hombre ha llegado a ser por así decirlo, un dios con prótesis: bastante magnífico cuando se coloca todos sus artefactos; pero estos no crecen de su cuerpo y a veces aun le procuran muchos sinsabores (...)"
Sigmund Freud
"El malestar en la cultura"
Beatiz tiene hoy 45 años y la dependencia tecnológica de una adolescente de 15 cuando cataloga su celular como un elemento "indispensable". Se le hacen aciagos los días sin tener al menos la facultad de comunicarse con su hija y su esposo en momentos "menos esperados" y, apenas puede abandonar la oficina con la seguridad de que una llamada frenará los perjuicios de cualquier contingencia en sus momentos ausentes.
Breve historia del celular, es un proyecto realizado por los estudiantes de COMUNICACION SOCIAL DE PUCMM SANTIAGO.
Sin embargo, las brechas generacionales que en principio parecen menguadas por una apropiación aparentemente óptima de la tecnología, se agigantan ante el tsunami de elementos innovadores, integradores y, finalmente, asfixiantes, de un aparato que se hace cada vez más complejo. Beatriz apenas puede contestar y llamar sin que un improperio salga de su boca; no sucede lo mismo cuando escucha sonidos que significan mensaje, cuando por error ve su pantalla en movimiento y un aviso imperativo titilante de "capturar" o cuando, por casualidad, le llega en la factura de telefonía móvil el cobro de unos pesos de más por un inexistente paseo por la Internet.
Beatriz no es ningún caso excepcional, es más, los problemas de su generación con celulares que parecen de casi dos siglos más adelante, no son exclusivos de sus coetáneos y, al contrario, son cada vez más los jóvenes que comparten la angustia de sentirse obsoletos al frente de las nuevas telefonías móviles.
La tecnología parece estar superando las capacidades adaptativas del hombre, los manuales de uso inundan la red y todo al precio de una "mejor comunicación" que según Victoria Camps, no ha hecho más que dar lugar a una sociedad de "incomunicados" porque "es cierto que tenemos posibilidades, cada vez más grandes, de comunicarnos más fácilmente, pero es dudoso que esa comunicación de verdad nos acerque". Al contrario, las personas no sólo se han quedado impotentes ante el uso y la aplicación de tecnologías, sino que no han podido conservar las bases, otrora sólidas, de interacción social efectiva.
Por su parte, Antonio Pérez Luño, encuentran los marcados efectos de una sociedad tecnológica que ha hecho de sus ciudadanos seres sensibles a graves amenazas de supervivencia, libertad e identidad. para el autor "la ciencia y la tecnología han mantenido en los últimos años un ritmo de crecimiento exponencia, que no siempre ha tenido punto reflejo enla evolución de la conciencia ética de la humanidad. Por eso, las trampas liberticias subyacentes en determinados empleos abusivos de la cibernética o de la informática y en general de la tecnología, son el trasfondo terrible que amenaza el pleno ejercicio de los derechos fundamentales y acecha con invalidar los logros del progreso".
Frente a esto, la sociología ha empezado a plantear teorías diversas que apuntan al estudio del impacto del celular y en general de la tecnología en las dinámicas sociales. Gilberto Diaz, sociólogo de la Universidad de Antioquia explica este impacto desde lo que las escuelas alemanas llamaron "la tragedia de la cultura".Esta presupone la existencia de un
Para esto, se identifican en el proceso de desarrollo una cultura subjetiva que se refiere a las relaciones del individuo con sus pares; y una cultura objetiva, que abarca las relaciones con lo material; la tragedia deviene en el momento en que el desarrollo dispar de ambas culturas (mucho más la objetiva que la subjetiva) hace colapsar el desarrollo del individuo y se llega a la despersonalización a costa de la tecnología.
En este caso, la tecnología inicialmente pensada como facilitadora de procesos individuales de adaptación y apropiación de la naturaleza por el hombre, se constituye en un obstáculo en sí misma que da pie a dos tipos de reacciones: de despersonalización total, o de antipatía tecnológica. De ahí, que hoy sea común encontrar grupos de diferentes generaciones, reacios a cualquier tipo de apropiación tecnológica y concentrados en una idea romántica del contacto humano y de las comunicaciones.
En suma, los ritmos acelerados de la modernización, no dan tregua a las capacidades de apropiación humana que surgirían como salvamento ante los daños ocasionados. El hombre no logra poner a salvo los cimientos sociales y culturales, antes de que sean aplastados por la implementación de dinámicas tales como la desintegración familiar, el innecesario acercamiento al diálogo, la apatía ante el debate verbal y a la deliberación , que empiezan a amenazar la existencia de un espacio público activo en el que, según Hannah Arendt, es donde nos desarrollamos como verdaderos individuos y nos hacemos parte de un sujeto colectivo.
La desaparición de este espacio, sería una tragedia más que poco ayudaría en la búsqueda de un mundo comunicado, al contrario, no seríamos más que esclavos de un mundo tecnologizado y despersonalizado, donde apenas existiríamos a distancia, perdidos en dependencias pueriles a las que sólo la cordura y la protección de los procesos individuales de desarrollo pueden enfrentarse.
Escuchar entrevista Beatriz Vásquez (45 años) : "Para mí el celular es indispensable (...)"
Escuchar entrevista Gilberto Díaz: "A esto se le llama la tragedia de la cultura"
Escuchar entrevista con Carlos García (64 años): "El celular si puede estar provocando nuevas pautas de comportamiento en la gente"
Para más información ir a:
http://www.celchile.cl/El%20Celular%20en%20la%20Sociedad%20Chilena.pdf
Otras fuentes:
Camps, Victoria "Ética, comunicación y política"
Freud, Sigmund "El malestar de la cultura"
Pérez Luño, Antonio. "Los derechos fundamentales"
Arendt, Hannah. " La condición humana"
Otras fuentes:
Camps, Victoria "Ética, comunicación y política"
Freud, Sigmund "El malestar de la cultura"
Pérez Luño, Antonio. "Los derechos fundamentales"
Arendt, Hannah. " La condición humana"